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La importancia de la limpieza de los espacios interproximales

interprox

El área interproximal, interdental o interdentaria es el espacio existente entre diente y diente y que está ocupado por la encía. Las condiciones que ofrecen los espacios interproximales facilitan la aparición y la acumulación del biofilm oral (placa bacteriana) ya que son zonas que son difíciles de acceder incluso aunque los dientes se encuentren en posición normal.

PROBLEMÁTICAS ASOCIADAS
El área interproximal facilita el establecimiento y el desarrollo del biofilm oral, que favorece el desarrollo de caries, enfermedades de las encías como gingivitis y periodontitis. Para evitar estas problemáticas asociadas, o incluso la aparición de halitosis, es muy importante asegurar la eliminación del biofilm depositado en los espacios interproximales.

Una higiene bucal no es completa si no incluye la eliminación del biofilm oral de los espacios interproximales.

LIMPIEZA INTERPROXIMAL
El método más común de control del biofilm oral es el cepillado dental, pero como complemento para un acceso completo a las superficies interproximales, se requiere del uso de sedas o cintas dentales y/o cepillos interproximales para la limpieza específica de biofilm oral acumulado entre los dientes. Además, también se pueden utilizar aparatos eléctricos complementarios como los irrigadores bucales, que utilizan un sistema de irrigación pulsátil de eficacia demostrada.

Sedas y cintas dentales: se indican para la eliminación del biofilm oral acumulado en espacios interproximales estrechos.

Cepillos interproximales: indicados en la limpieza interproximal de espacios interproximales amplios (cuando hay suficiente espacio entre los dientes), así como en la limpieza de premolares y molares, o casos en los que la papila ha retrocedido y se presenta una área más grande y accesible. Los cepillos interproximales más adecuados son aquellos con filamentos de calidad, como los filamentos de Tynex®, redondeados y que no dañan las encías.

Este tipo de cepillos también se puede usar como aplicador de sustancias antimicrobianas, por ejemplo para aplicar un gel de Clorhexidina o de Cloruro de Cetilpiridinio, que previene la caries o la inflamación. El cepillo tendrá que sustituirse cuando sus filamentos se aflojen o se deformen.

Irrigador bucal: consiste en la aplicación directa de un chorro pulsátil de agua u otra solución, que ayuda a la eliminación de las bacterias depositadas en la superficie de dientes, el borde de las encías, los espacios interproximales y lugares de difícil acceso como las bolsas periodontales, puentes, coronas, ortodoncia, etc.

Durante la limpieza interproximal, el sangrado gingival puede ser indicativo de la existencia de inflamación. Éste no es signo de que hay que evitar la limpieza interproximal, sino más bien lo contrario, que la inflamación debe ser tratada.

Es importante destacar que los métodos más actuales de limpieza interproximal están limitados en su efectividad por la habilidad o el compromiso de cada persona más que por el propio método. No todos los elementos de limpieza interproximal son aptos para todos las personas o todos los tipos de dientes. En caso de duda, conviene consultarlo con el odontólogo para que seleccione el método de higiene más adecuado y garantizar, de esta manera, una higiene bucal más completa.